Llevo varias semanas de disgustos. Seis parejas se han extinguido delante de mis narices, por escisión o por defunción; y a mí en los tanatorios, virtuales o reales, me queda cara de imbécil, porque nunca sé qué decir. Me salen los tópicos, espero a que llegue alguien más avezado que me saque del apuro, me largo en cuanto puedo y luego le doy vueltas al asunto en casa.
Dicen los físicos que el mundo se explica mediante fórmulas matemáticas. Es posible que tengan razón; en parte, claro, que no hay ecuaciones ni logaritmos para toda la actividad humana. Sin embargo se puede hacer un acercamiento teórico a la evolución de una pareja.
Formulación: Llamaremos P a un conjunto de dos personas, x, y, que hacen vida afectiva común y cada una de ellas es portadora de un conjunto de valores. En mi opinión la equivalencia adecuada sería P=Σ (x+y), es decir, el conjunto "pareja" es el resultado del sumatorio de las aportaciones de cada uno de sus componentes. La pareja se debe de enfrentar como un equipo a la vida, y es bien sabido que un equipo vale más que la mera suma de sus valores individuales; en este caso uno más uno es más que dos (1+1˃2).
Existe otro modelo, es aquél en el que uno de los miembros depende del otro, la pareja que cumple el valor matemático de función. Se expresa de la siguiente manera: P= y= (f) x. Es decir, el miembro y tiene unos resultados que dependen de los valores de x; si x crece lo hace y de modo proporcional, incluso puede que de manera exponencial, con lo que, en los momentos de grandes logros, P función brilla espectacularmente sobre P sumatorio.
El arquetipo de P función es “la señora de”, la mujer que antepone a su propio desarrollo la carrera profesional o social de su marido. En este caso la desaparición del lazo afectivo o de la vida reduce el todo a la nada. Es decir, si x toma valor cero su función no tiene valor. (y= (f) x; y = (f) 0; y = 0); otro tanto sucedería si x tomara valores negativos.
P sumatorio, es decir, la pareja en la que cada cual aporta sus propios valores y los suma, es más resistente a las adversidades. Si uno de los sumandos adquiere magnitud 0 el resultado sigue teniendo contenido, soportado por el valor del otro. P = Σ (x+y); P = Σ (0+y); P = y; inclusive si x tomara valores negativos la resultante tendría un cierto margen para seguir dando valores positivos, gracias a las aportaciones de y.
En la vida hay que hacer tantos cálculos…
¡¡¡¡¡¡ Por dios M.A,....pues sí que le das vueltas a las cosas !!!!!!!
ResponderEliminarFinalmente se entiende todo muy bien, pero cuando ves todas esas formulas...dan ganas de salir corriendo...y eso que yo soy de ciencias.
Loly: ya sé que a veces las fórmulas se vuelven indigestas, lo que pasa es que la tropa necesita pensar de manera más científica y dejarse de cuentos y leyendas.
ResponderEliminarBromas aparte, la verdad es que me he divertido mucho escribiendo la entrada.
Yo también me divierto mucho leyéndote...Enhorabuena por este blog.
ResponderEliminarYo es que soy de letras, y me quedo con la frase de Serafín, filósofo riosano, que dice aquello de "¡qué guapo ye queres poles esquines!"
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