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8 de marzo en Tierra de Campos



Para esta jornada  no debo rellenar ni una línea, cedo la palabra a las compañeras que caminan a nuestro lado; como el espacio es limitado, solamente escriben hoy cuatro, de diferentes edades, procedencias y ocupaciones.

Sus voces:


Carmen: No soy mujer trabajadora (remunerada), no tengo a mis espaldas un drama económico, pero mi conciencia me decía que debía estar aquí, en esta Marcha; apoyando una iniciativa que aglutina a numerosos colectivos y personas inquietas, ante un futuro cada más incierto y oscuro. ¿Mi meta?, llegar lo más lejos posible, aportando lo que pueda; aunque sólo sea mi presencia física y, espero, que también la energía que pueda transmitir.



Diana: Se están reproduciendo estructuras machistas a edades muy tempranas, llegando incluso a existir casos de violencia de género. Posturas en las que el chico es el dominante y ejerce su dominación a través del control y la chica adopta una actitud sumisa o complaciente; muchas de estas relaciones siguen basándose en el esquema del amor romántico, en el que el hombre es fuerte y la mujer débil, dependiente, necesitada de protección como en los cuentos en que el príncipe salva a la princesa. Estos comportamientos se podrían mitigar con más implicación de las familias, con conocimiento; no se puede permitir que en el siglo XXI se concluya que los celos son el no va más del amor.


Karina: Nunca he participado en organización política o sindical, allá en los 80, mi juventud, unas cuantas nos sentimos defraudadas por la acción de las organizaciones políticas y sindicales así pensamos que optar por crear otros caminos de participación y empoderamiento ciudadano donde
las estructuras y liderazgos rígidos impedían la creación de respuestas a las necesidades de las personas con mayores dificultades incluidas como no!! nosotras las mujeres jóvenes. Fuimos creando organizaciones, redes, plataformas del ahora denominado “tercer sector” (asociaciones, ONGs, redes de apoyo, etc.), en mi caso aquél relacionado con la defensa de derechos en el ámbito de la salud mental y discapacidad. Trabajamos y luchamos por la creación de recursos, por el reconocimiento de derechos… y en este momento todo se destruye. Y de nuevo somos las mujeres las que nos toca volver al “hogar” (mayor índice de desempleo), cuidar a nuestras hijas/os abandonadas/os por la destrucción sistemática de la ley de dependencia, de la ley general de sanidad, de las sucesivas reformas laborales, cuidar a nuestras/os mayores...
“Yo tampoco sé como vivir, estoy improvisando”, leí esta frase en una pared y en este momento de mi camino esta es para mí la frase que puede resumir mis motivos de estar aquí, de estar participando en estas marchas. Ah, y un saludito para Gallardón y cía.!! Pero esto lo dejamos para otro ocasión...si la hubiere.


María Jesús (Extracto de su intervención final en Mayorga): "...me dirijo a vosotras, a las mujeres jóvenes que nos acompañáis, ¡no os dejéis quitar vuestros derechos! Lo que acaba de suceder hoy aquí es el paradigma de esta clase de actos: en principio veníamos a hablar del 8 de marzo; se esmeraron las compañeras para preparar las intervenciones, sobre la historia, sobre sus experiencias, sobre sus sentimientos...pero llega el coloquio y solamente intervienen los varones, para hablar de asuntos que nada tienen que ver con aquél que nos ha traído aquí..."




Transmitido desde Medina de Rioseco, meta de la novena jornada de la Columna asturiana en la Marcha por la dignidad.

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